LAS INDUSTRIAS DE LA LENGUA,
Por Jesús Sánchez Izquierdo. Doctor en Física.
Jesús Sánchez Izquierdo trabajando en el ordenador
La comunicación mediante la palabra hablada o escrita es uno de los elementos que caracterizan la especie humana.
En los mensajes que intercambiamos hay una parte importante que no es verbal o escrita. Son las imágenes, símbolos, grafismos, mímica etc. que complementan o sustituyen a la palabra.
Pero es la forma verbal y la escrita las que crean las industrias asociadas a una lengua.
Es el elemento de comunicación que ayuda al entendimiento - “hablando se entiende la gente”-o crea la discordia - “Sanan cuchilladas pero no malas palabras”.
Dios usó la lengua como un arma contra la soberbia humana y confundió a los hombres…Y de aquella torre de Babel, símbolo de la incomprensión y dificultad para comunicarse verbalmente hemos pasado a desarrollar sistemas, métodos y herramientas que ayudan a la comunicación oral y escrita entre los hombres.
Se ha creado, en torno a la lengua, una nueva actividad, La Ingeniería de la Lengua, que estudia y da respuesta a todo lo derivado de su empleo.
Esta ingeniería conduce a la creación de textos, aparatos, sistemas, servicios, profesiones y actividades muy variadas asociadas a su uso.
Son “Las Industrias de la Lengua “
Uno de los activos más importantes de un país o de un grupo es su lengua, que es, en cualquier caso, patrimonio sentimental, cultural, almacén de tradiciones, y de transmisión ideológica. Es la raíz materna que puede dar identidad al grupo y que la globalización y migraciones pueden desvincular de una ubicación geográfica. Es además materia prima y potente herramienta creadora de riqueza si la hablan muchos. Esto es la base de nuestro escrito
En el año 1985 organicé un curso de verano en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander cuyo titulo era:
“Las Industrias de la lengua” Lo patrocinaron IBM y el Banco Santander. Ambas entidades son símbolo de pragmatismo económico a la hora de plantearse una actividad.
Un ponente hizo un símil de las lenguas con los trajes.
Las lenguas occidentales mas habladas Ingles y Español son como un traje convencional de trabajo: “puedes ir con el a todas partes.”
El francés lo comparó con un traje de etiqueta: “lo usas para situaciones singulares”.
Y las lenguas de grupos minoritarios, de países o zonas de baja población son, dijo, como un pijama: “estás muy cómodo en casa pero no puedes salir a la calle.”
El menosprecio, dejadez o el mal uso, por los poderes públicos de esa materia prima inapreciable que es la lengua es como tirar o destruir una riqueza básica, que bien aprovechada lleva asociada una industria que no solo genera riqueza, y valor económico sino también influencia cultural, social y política a nivel global.
La industria editorial, la creación de contenidos para radio, televisión, cine; creación de manuales de operación de maquinas, videojuegos, enseñanza a nivel global, sistemas de traducción automática, sistemas de ayuda a minusvalidez visual (tal como reconocimiento de textos y su verbalización); ayudas automáticas a la redacción y corrección de documentos, sistemas de conversión de habla a texto, sistemas de Enseñanza Asistida por Ordenador con una amplia oferta ya en el mercado, sistemas de respuesta telefónica sin operador, generación de mensajes hablados de información para uso en los mas diversos ámbitos (GPS en automóviles, aeropuertos, museos, etc.) son solo una muestra de los productos asociados a las industrias de lengua, que generan empleo, riqueza y en definitiva bienestar social
Hoy la Ingeniería lingüística asociada a Internet y su uso en esa inmensa aldea global es una muestra más de la importancia de la lengua como materia prima de una industria
Está claro, que como producto industrial, su valor, su peso, va asociado al número de clientes que necesitan los productos o servicios derivados de esta materia prima.
Miles de emisoras de radio y TV en centenares de países transmiten en lengua española las 24 horas del día y precisan crear contenidos, noticias, anuncios etc. para 400 millones de usuarios.
No solo los países que tienen el español como lengua materna (mas de 25) sino en aquellos otros emergentes o lideres económicos, y tecnológicos del mundo que están potenciando el español, pues sienten su importancia como receptores, como clientes de los derivados de esa materia prima que es nuestra lengua.
El gobierno brasileño, por ejemplo, incentiva el aprendizaje del español y así más de 5 millones de alumnos necesitan mas de 12.000 profesores de español. Mano de obra muy cualificada para esa industria de la lengua. No voy a abrumar con cifras, pero es ilustrativo que en EEUU 50 millones de personas (un 18% de su población) se comunica en español.
Potenciemos pues la calidad, el poder económico, político, científico y cultural de nuestra lengua. Es nuestra propia materia prima que da pie a nuestra mayor empresa multinacional. La industria asociada a nuestra lengua
Digo yo…
Madrid, 29 de marzo de 2011